Miguel Martín Rueda, que desde sus talleres de El fotomata me ha enseñado mucho de lo poco que sé de fotografía, suele decir que cualquier fotógrafo elige entre ser ventana o ser espejo. El fotógrafo-espejo apuesta por reflejar su personalidad y dejar su sello en todo aquello que retrata: inventar la realidad. El fotógrafo-ventana pretende la transparencia: ser un medio que acerque el mundo a los demás a través de sus imágenes. Desde El fotomata Miguel apuesta por la especularidad. Yo, él lo sabe, prefiero ser ventana.
Estupendo Edu. Me encantará asomarme a esta ventana con frecuencia.
ResponderEliminarPD: La primera entrada del blog en un martes 13. ¡Ole tus huevis!
nunca olvides que una ventana, según se mire, puede ser espejo...y que este suele ser, a su vez, confundido con ventanas.
ResponderEliminarahora sí:
jorge