"La diferencia entre un turista y un viajero reside en que cuando un turista llega a un sitio sabe exactamente el día que partirá. El viajero, sin embargo, cuando llega a un lugar, no puede saber si acaso se quedará allí el resto de su vida" Paul Bowles.

martes, 17 de agosto de 2010

Primer incidente

Sabía que podía ocurrir, pero no me imaginaba que ocurriera tan pronto: me he quedado sin mi equipo fotográfico. En el autobús de Quito a Otavalo, que cogimos precipitadamente y entre un revuelo de gente, el boletero me cogió la mochila de fotógrafo y me la acomodó debajo de mi asiento. Aunque yo la suelo llevar entre las piernas, pensé que allí estaba bien, y la iba tocando todo el tiempo con el pie. En el autobús viajábamos ocho personas conocidas: los cuatro viajeros solidarios de ASPA, las dos jóvenes cooperantes de la diputación de Granada con las que vamos a compartir viaje hasta el 10 de septiembre, y una pareja de franceses con la que habíamos hecho amistad. En fin, me quedé un poco dormido porque estaba reventado y cuando llegamos a Otavalo y saqué la mochila de debajo del asiento faltaban la cámara, los dos objetivos que llevaba y el ordenador portátil. Con toda la sangre fría la habían sacado del asiento por detrás, habían cogido el material y se habían bajado en alguna de las paradas intermedias, sin que ni yo ni nadie nos percatáramos de nada. Este autobús, que cubre uno de los trayectos más turísticos de Ecuador, debe de ser una mina para estos hábiles descuideros: al parecer (ya que no pudo ser en otro sitio), a una de mis compañeras también le metieron la mano en la mochila y se llevaron un sobre con dinero. En fin, gajes del oficio.

Espero que el seguro de viaje me cubra parte de las pérdidas (ahorraré detallar la surrealista escena en la comisaría donde hice la denuncia, con la oficial de policía hablando por el móvil con su madre mientras me atendía) pero lo único irrecuperable son todas las fotos de Sucumbíos que llevaba en el portátil, de las que estaba muy contento y con las que pensaba seguir poniendo entradas en el blog (sólo me ha dado tiempo a colgar dos entradas, como habréis visto).

Al menos, gracias a este incidente he podido conocer el Centro Comercial Monturfe de Quito, un enorme edificio de tres plantas dedicado por completo al mercado negro (oficialmente a la venta de artículos de ocasión). Este centro comercial es un continuo de pequeñas cabinas repletas de teléfonos móviles, cámaras digitales, portátiles, radiocasettes de coche y todo lo demás. Está siempre abarrotado e incluso en la última planta tiene puestos de comida. Para los artículos más caros hay que preguntar directamente a los vendedores, porque los tienen escondidos, pero la mayoría te mira con cara de póker porque, al verte extranjero, piensan que estás buscando lo que te han robado (bueno, así era al fin y al cabo) y te dicen que no tienen nada de lo que buscas. Total, una experiencia pintoresca pero infructuosa. Al final le he comprado por 600 dólares una Canon 20D que no está nada mal a un fotógrafo de estudio que se anunciaba en internet, y he estado mirando varios portátiles de segunda mano pero todavía no me he decidido por ninguno. Ahora me voy a la Provincia de Esmeraldas, donde tampoco habrá conexión a Internet, pero en cuanto pueda pondré el blog al día con todo lo que tengo atrasado (para Sucumbíos voy a usar fotos de mi compañera de viaje Matilde Maestro)  y lo que me vaya ocurriendo hasta que tenga un rato de tranquilidad en un lugar con conexión (no creo que sea antes de septiembre). Ya pasó el sofocón y la bajada de ánimo, y desde luego me he propuesto amarrarme a la mochila de tal manera que para volver a perder el equipo me tengan que atracar (lo malo es que eso tampoco es descartable). Hasta pronto.                   

4 comentarios:

  1. Hola Edu. Sí que era de esperar lo del robo de tu equipo...no sé por qué..será que los tópicos nos predisponen a ello?. Si te sirve de algo, te diré que el único equipo que no te pueden robar es aquel que no llevas. Parece un proverbio chino, pero refleja una realidad que hay que tener en cuenta..
    Cuidate; seguimos tu blog con sumo placer, y además las fotos cada vez más interesantes. Ánimo con ello y un abrazo fuerte
    Jorge y Carmen

    ResponderEliminar
  2. Quillo Edu, vaya mala suerte. Menudos cabrones. En fin, como dices, gafes del oficio de viajero, que no puede descuidarse (casi) ni un momento.
    En fin, paciencia. A fin de cuentes, qué cojones. Qué es un ordenador y una cámara cuando tienes todo el mundo (ancho y ajeno) por delante. Es mejor mirar el horizonte que la pantalla del ordenador.

    Se te echa de menos.

    A seguir navegando.

    C.

    ResponderEliminar
  3. Hola Edu.
    Soy Jorge; espero que vaya todo bien por ahí...porque ¿va bien, verdad?

    Con esto de seguir tu hilo fotográfico me ha dado a mí el gusanillo..y mira, he empezado a conceptualizar y no puedo ya parar.
    Creo que en un futuro probable podríamos hacer algo juntos, Edu.
    Dinos algo, que nos dejaste a todos en ascuas last time!
    un abrazo fuerte

    http://www.youtube.com/user/jazztaatall?feature=mhum

    ResponderEliminar
  4. Hola, Jorge. Estoy en un cyber y no tengo audio, pero ya escucharé tus vídeos con tranquilidad. Seguro que en un futuro podemos hacer algo juntos. Yo estoy muy bien y ya estoy en condiciones de retomar el blog pronto. Explicaré todo con más detalle en alguna entrada próxima porque ahora me espera una avioneta que me va a llevar a Sarayaku. Besos a todos.

    ResponderEliminar